VIENTO

A veces cuando el viento sopla y cierro los ojos

y mi cuerpo maduro ya de la vida, se contrae

siento tus manos de seda no dejándome ver,

protegiéndome de todo

y es entonces cuando las mías ávidas de encuentros

recogen a las tuyas tan ávidas de amor

y las calles ya no son las mismas, ni el viento

ni el vacío inmenso.  Sólo tu y yo,

eso… a veces