Son manos enmudecidas y ahogadas
bajo la prohibición de tocar
escondidas se arrugan en los bolsillos
para no ser vistas.
Nadie quiere ser descubierto
es el polvo invisible
de miradas desconocidas
inquisidoras y enemigas.
Cuerpos retroceden desconfiados
de ti, de mí,
Sin ruido.
Son días de polvo.